Mi obra nace de la observación y exploración de los procesos vitales de los seres vivos, desde la gestación, el crecimiento, la reproducción, la maduración y muerte; en especial de las plantas y sus componentes. Partiendo por las semillas o el polen, hasta el insondable universo.

 

El objetivo ulterior es plantear una relación entre esto y lo que nos sucede a las personas, para incursionar sutilmente en los procesos mentales y emocionales de los seres humanos. Así, la obra puede sugerir una metáfora de los cambios más íntimos de las personas mediante las mutaciones de la naturaleza, particularmente de las plantas, como si fueran una imagen del alma.

 

Dentro de estas fases, me interesa develar la repetición del patrón, o unidad básica del diseño de los organismos vivos, como los fractales, que están presentes en lo infinitamente pequeño como en lo inconmensurable.

 

Si bien ha existido desde tiempos inmemoriales una fuerte conexión entre los ciclos de los seres humanos y la naturaleza, a veces da la impresión, en el mundo que habitamos, que eso se ha perdido, y es tarea del arte restituir ese vínculo vital, que en mi caso abordo mediante la cerámica gres, la porcelana, la acuarela, el dibujo y otros medios.    

 

 

 

Pilar Maturana

Mi obra nace de la observación y exploración de los procesos vitales de los seres vivos, desde la gestación, el crecimiento, la reproducción, la maduración y muerte; en especial de las plantas y sus componentes. Partiendo por las semillas o el polen, hasta el insondable universo.

 

El objetivo ulterior es plantear una relación entre esto y lo que nos sucede a las personas, para incursionar sutilmente en los procesos mentales y emocionales de los seres humanos. Así, la obra puede sugerir una metáfora de los cambios más íntimos de las personas mediante las mutaciones de la naturaleza, particularmente de las plantas, como si fueran una imagen del alma.

 

Dentro de estas fases, me interesa develar la repetición del patrón, o unidad básica del diseño de los organismos vivos, como los fractales, que están presentes en lo infinitamente pequeño como en lo inconmensurable.

 

Si bien ha existido desde tiempos inmemoriales una fuerte conexión entre los ciclos de los seres humanos y la naturaleza, a veces da la impresión, en el mundo que habitamos, que eso se ha perdido, y es tarea del arte restituir ese vínculo vital, que en mi caso abordo mediante la cerámica gres, la porcelana, la acuarela, el dibujo y otros medios.    

 

 

 

Pilar Maturana